Por Linda Swindling. Este artículo fue publicado originalmente en www.lindaswindling.com.

Negociando un cambio que no querías
El cambio proviene de muchas fuentes. En el trabajo, puedes enfrentarte a una forma diferente de hacer negocios, comprender un software o lanzar un nuevo producto. Los cambios pueden deberse a una estructura de informes diferente, un nuevo jefe, un despido, una fusión o adquisición, una transferencia de trabajo o la dirección de un equipo diferente. Constantemente, los medios informan cambios de liderazgo y política a amenazas económicas y de seguridad pública. Ahora agrega cambios personales a este mix: como enfermedad, la muerte de un ser querido o un divorcio. Incluso los eventos felices como el matrimonio y un nuevo bebé requieren negociar tu vida de manera diferente.
Ya sea que el cambio haya sido planeado o sea una sorpresa, a menudo tienes más control y opciones de las que crees. De verdad!
Una razón por la cual los negociadores maestros crean estrategias es para liberarse y poder manejar los cambios a medida que ocurren. La planificación de situaciones anticipadas y áreas de preocupación les permite a los profesionales permanecer presentes ante desafíos y oportunidades desconocidos.
Secretos para negociar a través del cambio. Aquí están algunos:
- Ten una visión para un cambio exitoso. Pregúntate: «¿Cómo se vería, se sentiría y se sentiría un resultado positivo?», «¿Cómo podría este cambio ayudarme a mejorar mis habilidades o avanzar en mi carrera?» Y «¿Cuál es el mejor paso a seguir para mí personalmente? y profesionalmente?
- Encuentra un «socio en el cambio». Su pareja puede ser un mentor, un entrenador, una amiga o alguien que haya negociado con éxito un cambio similar. Encuentre a alguien con una actitud positiva que sea honesto contigo y tenga sentido del humor.
- Está dispuesta a transformarte. Este cambio podría ser un gran avance. ¿Estás dispuesto a mejorar o mejorar tus habilidades? Transformar requiere que cambies interna y externamente. Acepta que puedas necesitar aprender nuevas habilidades, mejorar tu mentalidad o alterar cómo tuviste éxito en el pasado.
- Falla y aprende. La falta de conocimiento puede hacerte sentir confundida y asustada. Recuerda que el fracaso es parte del aprendizaje. Trátate como tratas a otros que están aprendiendo y fracasan en sus intentos, y aliéntate para el próximo intento.
- Luchar por el progreso, no la perfección. Ser perfecto es el enemigo de negociar un gran cambio. Concédete el permiso para no ser el mejor al principio. Examina tus esfuerzos y tu progreso a medida que avanza es mucho mejor que el estancamiento y la parálisis por análisis.
Vive en la pregunta!
Negociar requiere hacer preguntas. Hacerte preguntas te ayudará a aclarar lo que quieres hacer. Ya sea que estés negociando un cambio que se siente como un colapso o un avance, házte estas preguntas:
- Si supiera que no fallaría, ¿qué querría?
- ¿Cuáles son mis buenas razones para querer ese resultado?
- ¿Vale la pena mi tiempo y esfuerzo para seguir esta dirección?
- ¿Qué haría el mejor profesional que conozco en esta situación?
- ¿Cuál sería mi mejor primer paso?
- ¿Qué o quién podría servir como recurso?
- ¿Cómo celebraré cuando alcance hitos pequeños y grandes en el camino?
- ¿Qué obstáculos o desvíos podría enfrentar?
- ¿Qué puedo hacer o decirme a mí misma si encuentro obstáculos.
El cambio ocurre de igual manera, si es nuestra idea o una sorpresa.
El cambio puede ser desordenado, trayendo confusión y frustración. Negociar te brinda una forma de tomar el control de lo que puede dejarse abierto a la posibilidad.
¡Ve a negociar!